miércoles, 11 de noviembre de 2009

Tu huerto huele demasiado bien.

11 de noviembre de 2009 a las 22:39

Nota Escrita en Noviembre del 2009.


Zaping entre los cambios de sol/lluvia de este domingo de Febrero indeciso. Hay mucha humedad en el aire. Estoy debajo de un ventilador en el comedor. Por arte de la magia electrónica el control remoto nos deposita en el canal gourmet. Ese que tiene como logo la G en negro con el circulo amarillo.



En la imagen se pueden divisar hartas extensiones de campos cosechados. En este caso no es la soja. No señor. Son campos de frutas y verduras cuidadosamente mantenidos por mucha mucha mano de obra.



A lo lejos se acerca una señora de unos 60 años. Está vestida de manera rara para lo que eran la imágenes que antecedían su presencia. Tiene pantalón tipo bombacha de esos que usan los campechanos, pero de marca.



Digresión: Esos pantalones que raras veces se ven puestos en los peones campesinos. Si, esos como los que usa La Sole. O como ese ridículo que reza aves marías en el escenario antes de cantar. ¿Si? ¿como no lo ubica?. ¿Todavía no sabe de quien hablo? El nombre artístico es una doble mentira: se hace llamar chaqueño, pero es de Salta, y el apellido que lleva Palavecino. Por supuesto que no le queda grande. Palavecino hay y hubo uno solo. Don Sixto.



La señora mayor tiene unos borcegos tipo de montañismo beiges, casi como las bombachas de marca. Tiene una camisa blanca, un pañuelo al cuello, y en la cabeza lleva una extraña boina, de esas como las que usaban los franceses parisinos. En su vestimenta hay un estilo campigna francesa en esta mujer. Claro, usted no sabe como es una campigna francesa, ni como es el estilo. Tal vez porque nunca tuvo la oportunidad de dejar visitar el continente europeo (ese que algunos idiotas llaman "el viejo continente"), no se preocupe yo tampoco. (mucho después de escribir este articulo buscando en Internés los dueños llaman a estos campos "La Campiña"... epa tan mal no estaba mi descripción!)



A medida que se acerca la mujer al plano se puede distinguir que lleva algo a la cintura. Es una gran canasta blanca. A medida que el plano se va haciendo mas corto (es decir, vamos viendo cada vez mejor a esta mujer) podemos distinguir en su rostro el paso de los años, también podemos el rostro tiene iluminación artificial. 
Es difícil de explicar esto, pero su rostro tiene la templanza de quien tiene una vida apacible y asegurada, a pesar de los años y de las arrugas. He visto muchas personas con las mismas arrugas pero en sus miradas había algo mucho mas perturbador: desesperación. En esta señora hay algo de tranquilidad, de paz, de juego, y hasta de cierta picardía.



Si. Picardía. Es Mónica Cahen D' Anvers, esposa de Cesar Masseti. No se si recuerdan pero estas dos personas hasta hace muy poco estaban a cargo de un programa de noticias llamado "Telenoche". Les recuerdo esto es "Teletarde de domingo" lluvioso, luego soleado, luego nuevamente lluvioso, luego nuevamente soleado con lluvia, luego nublado, luego soleado, luego... Esto que estamos viendo es el campo de ellos, que asumiremos que es en San Pedro, claro hasta que alguien nos los desmienta. Bah en realidad ¿importa?



A medida que Mónica toma el protagonismo de la escena, comienza a contarnos muy suelta y con sapiencia las particularidades de los Mandarinos. La distancia a la que deben ser plantadas una de otras, y una fila de otra, como deben ser mantenidas con agua para que no se deshidraten, y como separar un pasillo de mandarinos del otro, puede ocasionar que las ramas se peleen por el espacio de sol, y que pueda bajar la calidad de la planta. Creo haber escuchado la palabra "tractor" en algún momento, pero no puedo quitar la mirada de como sujeta la canasta a su cintura como si fuese una lavandera cargando ropa sucia. En la canasta solo hay aire, igual pareciera pesarle. Mientras camina explicándonos a nosotros los teleovedientes como cultivar la mandarina. 



Se nota que esos campos no son mantenido por gente como ella, está impoluta con su vestimenta y hay un moverse entre medio de las plantas, un caminar que no es de quien trabaja todos los días en esos campos para que se vean así. Algo de orgullo, de ser dueño, de ser jefe, existe en su postura, que no nos permite imaginarnos que efectivamente es ella quien hace el trabajo pesado. Sabemos efectivamente que esta pareja emplea mucha gente en sus campos, curiosamente en el programa no se ve a la distancia a nadie mas que ella. Sabemos que tuvieron varios problemas por no cumplir con la ley de trabajo, claro, esa noticia no salió ni en "Telemocho " eh... perdón... digo... "Telenoche" ni en CLARIN. Sigo insistiendo ese orgullo de capataz que le aflora por los poros frente a cámara es como una luz insidiosa que me molesta, casi que me enceguece.



Sigamos con el programa. Achino los ojos para que la luz insidiosa de bienestar me permita ver los claroscuros que conlleva semejante resplandor... Un montón de Bla Bla Blas después de explicarnos la tradición de la mandarina, escucho que dice "vamos a cosechar la mandarina". Acto seguido se ve que ellas toma manos en el asunto, y comienza cortar con una tijera de poda una mandarina e introducirla en la canasta. Mientras didácticamente explica que se debe cortar la rama, y no tirar de la mandarina para que quede el cabo. Al principio la primer mandarina la corta y a ella se la ve de lejos hacer esto. La segunda mandarina aparece en la canasta como por obra de magia. Mientras está cortando la tercera, la que es cortada como se debe cortar es decir 'por el cabo', presto atención que ahora Mónica lleva puesto guantes de seguridad industrial, claro que ridículamente al revés, es decir, en la palma de la mano debería llevar los poros plásticos antideliz y los lleva en el revés de la mano, hacia arriba. Claro, de los que están ahí en el momento de la filmación ninguno es el que se pone los guantes para trabajar sino solo para hacer "como si". 



Los trabajadores que vemos esto nos reímos con fuerza, no podemos creer este blef. El programa sigue, ahora la señora Mónica se dirige hacia una gran mesa de cocina en el medio de un increíble paraíso verde, mientras cuenta que la acompaña hoy un blef... eh... no... digo... un Chef Francés pero que hace un montón que está en Argentina así que casi ya es argentino. El chef con un acento francés casi insoportable llamado Olivier comienza a desgranar unos pedazos de carnes de pato, más específicamente Magret a la mandarina. ¿como Patrona? ¿nunca comió Magret de Pato? Yo tampoco. ¿Como se pedirá en la carnicería de Burzaco? "Me das 3 magréses de Pato". Las mandarinas creo que son mas fáciles de conseguir.



El programa se llama "Frutas de la huerta" y lo que este nombre oculta que las frutas de esta huerta provienen de un lugar mucho mas grande que lo que tradicionalmente se conoce como huerta, es más bien una plantación de grandes extensiones.



ANECDOTA: Corría el año 93'. Hacía dos años ya que Los Redonditos habían dejado tirado a Walter Bulacio asesinado en una comisaría, Menem estaba anticipando que quería reelección, las privatizaciones iban en camino, Amira Yoma, Ibrahim Al Ibrahim, Cavallo, Norma Plá, Mozer Al Kazar eran nombres que todos los días salían en algunos diarios. Estábamos a semanas que Gun's & Roses desembarcara por primera vez a la argentina. Yo que había comprado la entrada un poco por curiosidad un poco porque mi hermano había comprado un disco de ellos que tenia "Welcome to the jungle" y me gustaban, iba a ir a verlos. Hacia un tiempo que se escuchaba un rumor que vaya a saber de donde había salido que Axl Rose cuando se fuera de la Argentina iba a prender fuego sus botas porque este era un país de Mierda. Grupos de nacionalistas argentino habían supuestamente amenazado de muerte Gun's, supuestamente porque no traían papel higiénico para limpiarse (

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